[|Universes drive|]

**Peter Lewitt** Mar Dic 07, 2010 10:30 am

|Prologo|

La sangre brotaba por su brazo derecho... a él sin embargo, parecía
que eso poco le importaba. Volvió a señalarme con la mano del brazo
izquierdo y grito:
-¡Traidor! ¡Juro que te matare!
La luna se reflejaba en el pequeño estanque del jardín de mi pequeña casa,
no era capaz de concertarme pensando en si Sabu y Hirako habrían logrado
esconderse a tiempo. El desconocido armado con una espada volvió a abalanzarse
contra mi y yo me defendí chocando nuestras armas.
-¡Yo no soy ningún traido-
-Cállate,¡Bastardo!
comenzó a atacarme con secuencias de golpes con su espada y yo me defendí
como pude, mis músculos comenzaban a resentirse... y mi espada estaba a
punto de quebrarse, en un ultimo esfuerzo salte al tejado de la casa.
-¡Como ex-comandante de la guardia de Surokabi Tomayi exijo que me expliques
la situación!
El desconocido sonrío y se despojo de su tunica dejando ver sus ropas...
-Como comandante de la guardia de Surokabi Tomayi... no tengo porque darte
explicaciones
Mi mente se nublo... si antes estaba perdido ahora no comprendía nada. El tejado
tembló y se hoyo una explosión en todo el valle... por una esquina del tejado
comenzó a aparecer humo, la casa debía estar ardiendo.
-¡Sabu! ¡Hirako!
-No te preocupes por tu familia... ellos no tendrán pena de muerte
-¿De que hablas?
Dije gritando
-¡Nosotros no hemos hecho nada!
-¡No te lo repetiré! entrégate... y quizás perdone tu vida
Que debía hacer en ese momento... no sabia porque habían venido a capturarme
y aquel chico llevaba las ropas de comandante, ¿Traidor? el no habria traicionado
jamás a Surokabi
-¿Sabe Surokabi que vais a capturarme?
-No juegues conmigo, escoria
El chico volvió a lanzarse contra mi, era muy ágil, incluso mas que el. Las chispas
saltaban cada vez que nuestras espadas se golpeaban, yo irremediablemente
retrocedía a cada golpe y se acercaba al extremo...y en un momento desafortunado
no pude resistir uno de sus golpes y mi espada salio volando.
-Adiós... Homate
El frío filo de su espada se atravesó mi pecho y en menos de un segundo... perdí la
consciencia.